Según la tradición romana Rómulo y su
hermano gemelo Remo fueron los encargados de fundar Roma. Aunque la
historia fija el origen de la ciudad a finales del siglo VII a.C,
invalidando por completo el mito, la leyenda de los gemelos amamantados
por una loba siempre tendrá validez cultural. La historia comienza con
el rey de Alba Longa, una ciudad del Lacio, llamado Numitor,
quien fue destronado por su hermano Amulio. Éste lo expulsó de la
ciudad y mató a todos sus hijos varones, excepto a su única hija Rea Silvia.
Para que esta no tuviera hijos, la obligó a convertirse en sacerdotisa
de la diosa Vesta, permaneciendo virgen. Pero un día, mientras Rea
Silvia dormía, el dios de la guerra, Marte, se deslumbró al verla y la
poseyó. Silvia tuvo dos hijos gemelos a los que llamó Rómulo y Remo,
pero por temor al rey Amulio, los colocó en una cesta sobre el río
Tiber. La cesta navegó hasta que una loba los halló y los amamantó, y
luego fueron recogidos y cuidados por el pastor Faústulo y su mujer Aca
Larentia. Cuando los gemelos crecieron, descubrieron su verdadero origen
y el trágico destino de su familia.
Decidieron
regresar a Alba Longa, matar a Amulio y devolverle el trono a su abuelo
Numitor. Como agradecimiento, éste les concedió territorios al noroeste
del Lacio y en el 753 a.C, los gemelos fundaron una ciudad en una llanura del río Tiber,
donde había embarrancado la cesta. Siguiendo una tradición etrusca,
cogieron dos bueyes blancos con arado y excavaron un surco sobre el cual
construyeron las murallas de la ciudad, jurando matar a cualquiera que
las traspasara. Pero no se pusieron de acuerdo para darle un nombre a la
nueva ciudad, por lo que decidieron que lo elegiría aquel que avistase
más pájaros. Rómulo vió doce aves, mientras que Remo alegó que, aunque
sólo había visto seis, las había visto primero. Esto los llevó a una
discusión que impulsó a Rómulo a acabra con la vida de Remo a estilo
Caín y Abel. Luego comenzó a construir las murallas de la ciudad en el monte Palatino
y la denominó Roma. Como único soberano, Rómulo creó el Senado y
dividió la población en treinta congregaciones, aceptando refugiados,
libertos, esclavos, prófugos, etc.., para poblar la flamante Roma.
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